Si bien comer es una necesidad, hacerlo conscientemente hoy en día es un deber. Muchos datos duros demuestran que hoy en día lo menos amigable para el único planeta para el cual estamos capacitados a habitar (si, no hay “Planeta B”) es apoyar la industria ganadera:
una persona que sigue una dieta vegana produce un 50% menos de CO2, usa 1/11 de aceite, 1/13 de agua y 1/18 de tierra en comparación con alguien que come carne.
Hay quienes esta información les resuena o bien les rebota, pero como dice el dicho: “Cada uno sabe dónde le aprieta el zapato.”
Gracias al proyecto Mundo Elefante donde alcancé a participar por 4 años pude acercarme a esta consciencia global a través de algo tan esencial como lo es nuestro alimento (además de acercarme a muy bellas almas, texturas novedosas, colores alucinantes y por supuesto, entretenido foodstyling) Aquí os dejo un recuento de las fotos que me gustaría más destacar ya sea por que me atrae la imagen o bien por que me da mucha hambre.
#goplanetbased