De las cosas más locas (y lindas por cierto) son los reencuentros con seres que dejan desde un inicio una huella que perdura hasta quien sabe cuando. Unos meses, finales de tus días o bien varias vidas posteriores. Bueno, como sea que quiera Dios Mandala siempre debe agradecerse por el eterno aprendizaje de estos.
La Manu es lejos de las personas que más risas compartí en mi estadía por la Universidad Diego Portales en la atareada carrera de Diseño Gráfico. Siempre muy agradable compartir esas pasadas de largo trabajando ya que además se acompañaba de muy buena música. Bacán que me haya elegido para retratarla para sus futuros trabajos en su paso por la Araucanía junto a Spirulululo en una tarde y mañana donde fuimos bastante afortunados por el juegos de luces que conspiraron a nuestro favor.